«La Defensoría del Pueblo presentó una investigación sobre el impacto de los juegos de apuestas en adolescentes de Posadas»

La Defensoría del Pueblo de Posadas, en conjunto con el Instituto Provincial de Lotería y Casinos Sociedad del Estado (IPLyC SE) y el Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC), llevó adelante una investigación pionera que advierte sobre la creciente participación de adolescentes en juegos de apuestas en la ciudad.

El estudio, denominado Encuesta sobre Juegos de Apuestas en Adolescentes (EJAA), se realizó durante los meses de agosto y septiembre de 2024 y alcanzó a 4.337 estudiantes de entre 12 y 20 años, pertenecientes a veinte escuelas secundarias públicas y privadas de Posadas. La encuesta, anónima y adaptada para adolescentes, permitió relevar datos sobre frecuencia, modalidades, consecuencias y percepciones en torno a las apuestas.

Principales hallazgos

Los resultados del informe revelan que el 36,5% de los adolescentes encuestados manifestó haber apostado al menos una vez en su vida, y el 12% lo hace de manera regular. Las edades más comprometidas se encuentran entre los 15 y 17 años, aunque se destaca que un 26,5% de los jugadores actuales tiene entre 12 y 14 años, y el 21,5% comenzó a apostar antes de los 10 años.

El celular es el principal dispositivo utilizado para acceder a las apuestas, y en muchos casos se utiliza sin ningún tipo de restricción. El 81,5% de los adolescentes señaló que no tiene límites impuestos por sus padres o tutores. Asimismo, las redes sociales y los influencers juegan un rol clave: el 60% descubrió estas plataformas a través de contenidos en TikTok, Instagram y YouTube.

El informe también indica que uno de cada cuatro adolescentes que participa en apuestas lo hace a diario, y un tercio gasta más de $6.000 por semana, utilizando mayormente dinero proveniente de su entorno familiar. Además, se observaron comportamientos asociados al juego problemático, como intentos fallidos por dejar de apostar, irritabilidad y solicitud de dinero prestado para continuar jugando.

Consecuencias y percepción del riesgo

El 25% de los adolescentes que apuestan reconoció haber sufrido consecuencias negativas, tales como conflictos familiares, bajo rendimiento escolar, problemas económicos y alteraciones emocionales. No obstante, un 23,8% del total de encuestados indicó no saber identificar cuándo el uso del celular, videojuegos o apuestas se convierte en un problema, lo que evidencia una baja percepción del riesgo en este grupo etario.

Aunque el 70,9% considera que los juegos de apuestas son adictivos, muchos adolescentes minimizan su impacto: el 29,9% los ve como una forma de ganar dinero fácil, el 19,5% como una actividad recreativa y el 11,2% como una vía para socializar. Además, más del 50% señaló tener familiares cercanos que también apuestan, lo que podría reforzar la naturalización de estas prácticas.

Propuestas de los propios adolescentes

Un aspecto destacado del estudio es que incluyó propuestas sugeridas por los propios estudiantes para prevenir el juego problemático. Entre las medidas más mencionadas se encuentran:

  • Talleres y charlas de prevención en las escuelas (25,2%)
  • Mayor control sobre la publicidad en medios y redes sociales (22,9%)
  • Campañas de concientización sobre los riesgos del juego (22,4%)
  • Restricciones al uso del celular en los establecimientos educativos

Estas sugerencias se complementan con la demanda de contar con espacios saludables de recreación y socialización, alejados del entorno digital de las apuestas.

Hacia una política pública integral

La encuesta responde a una creciente preocupación manifestada por docentes, familias y profesionales de la salud mental sobre la exposición de niños y adolescentes a juegos de azar. Esta problemática, que se observa en todo el país, se ve impulsada por el acceso temprano a la tecnología, la escasa supervisión adulta y estrategias publicitarias dirigidas al público juvenil por parte de plataformas de apuestas.

Desde la Defensoría del Pueblo se remarcó que la adolescencia es una etapa especialmente vulnerable a las conductas adictivas, dado que se trata de un período de alto impulso, baja percepción del riesgo y desarrollo neurológico aún en proceso. “Este estudio tiene como objetivo servir de insumo para la construcción de políticas públicas que promuevan el uso saludable de la tecnología y prevengan el juego problemático”, indicaron desde el organismo.

Si bien el relevamiento se llevó a cabo en la ciudad de Posadas, los resultados reflejan una tendencia que también puede estar presente en otras zonas urbanas de la provincia, por lo que el fenómeno requiere un abordaje integral y articulado.